viernes, 27 de mayo de 2011

Napolen on the Bellerophon


Si hay algo que disfruto más que nada en el mundo es:

-Yann Tiersen
-Beirut
-Preguntar

La magia, las cosas, los conceptos, las personas, los nombres, las figuras, los días, absolutamente todo se puede preguntar, el hecho de que lo hagas no quiere decir que encuentres una respuesta, es más nada te garantiza que haya un respuesta a lo que estés formulando en tu mente… y no culpo a… ¿A quién se le culpa cuando no encontramos una respuesta?

¿A Dios? ¿A ti? ¿Al universo?

Yo de verdad tengo preguntas con posibles respuestas y respuestas que se que están MAL pero me sirve tener esa respuesta y ojo nunca mencione la palabra mentiras... una cosa son las respuesta sincorrectas y otras las mentiras (desde mi muy humilde pero valioso punto de vista)

Había una vez una mujer de ojos morados y cabello azul como el cielo cuando parece que va a caer una tormenta, vestía una falda verde desgastada, la tela ya estaba casi rota apenas y alcanzaba a cubrir sus largas y blancas piernas y uno que otro secreto entre las piernas… 

-¿y dónde estaba?

Esta mujer estaba en una cabaña, en medio del bosque, una cabaña pequeña, hecha de madera, con olor a eucalipto.

-¿Y qué hacia la mujer?

-Tocaba… tocaba y producía sonido desde su instrumento el cual estiraba y soltaba notas largas y hermosas, era una belleza oírla tocar cada noche como hace 5 años, la rutina era la misma, sentarse en la alfombra roja que tenía años sin lavar, sentada frente al fuego y emitiendo sonidos, yo creo que cada nota que creaba era materializada en sonido y en lagrimas

-¿Tocaba el acordeón? ¿O el violín? Una guitarra pudiera ser.

-Oh no, ella  no tocaba eso, ella hacia música con su corazón. Lo tomaba con sus manos y los apretaba, trataba de enterrarle los dedos y perforarlo para que dejara de estar vivo, para que dejara de recitarle que la habían dejado sola, después de 5 años aún canta su corazón.

-¿Y quién la dejó?

-Un hombre que le prometió regresar y se perdió en el camino.

-¿Por qué se fue?

-No lo sé, nunca supe por qué me fui…

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