Para serles honesta, muy en el fondo quería ir a una fiesta ridícula con gente ridícula disfrazada ridículamente en un ridículo lugar, y no pasó mucho tiempo para que el viernes en la noche me dijeran que habría una fiesta de halloween el sábado, yo como fiel defensora de mis costumbres dije que no, pero si conocieran a Mariana sabrían que el decirle que no es irrelevante puesto que así te arrastre te llevara a donde ella quiera.
Pensaba en sacar una versión improvisada de Alex y sus “drugos” de la épica película “la naranja mecánica” pero me hacían falta detalles así que puse mis ojos en aquella bata para sacar una versión femenina de “el mundo de beakman” pero se me hacía muy nerd así que decidí usar el vestido negro de los XV años de mi prima… no me pregunten por qué era negro ya que ni siquiera yo lo se, opte por secuestra el gato negro de peluche de mi hermana y un gorro de bruja que era de mi sobrina, unos lentes ray ban y ¡listo! yo era toda una bruja nerd.
Dicho y hecho a las 5 de la tarde Mariana tocaba la puerta de mi casa y cuando vio que yo estaba lista sonrió maliciosamente, íbamos en su carro cuando llegamos a casa de una de sus amigas la cual para mi gusto era ridícula, tanto jardín para solo dos personas… pero era perfecta, tenía una fachada antigua. Y ahí estaba yo escuchando la música ridícula que iba desde los geniales jookabox hasta the smiths, todos bailaban y tomaban como si fuera concurso así que tengo que decir que me vi fastidiada y me salí al jardín a fumar…
No había tanta gente afuera ya que hacia un frio y ya estaba obscuro, pero claro que no faltaban las parejitas dándose besitos y calor.
Sentí que alguien se acercaba y casi apostaba a que era mariana con su cara de enojo, podía escuchar sus palabras regañándome por ser antisocial con sus amigos, pero todo cambio cuando la voz fue masculina.
-Creí que yo era el único antisocial. Escuche cerca de mí y claro inevitablemente mire a quien me hablaba, era un chico demasiado alto, cabello castaño no tan largo a lo mucho le llegaba a la barbilla… y con un ridículo disfraz de Alex de la naranja mecánica, (el disfraz que yo quería).
Me reí y dije: “Bueno al menos no me preocupo no están tus “drugos” cerca así que no debo temer ¿cierto?”
E irónicamente como si esa frase fuera una invitación se sentó junto a mí fumando un cigarrillo desconocido para mis labios y el dialogo surgió así:
Él: no, a decir verdad hoy estoy fuera de servicio a lo mejor mañana ya regreso a lo de siempre tu sabes “rape, ultra-violence and Beethoven.”
Yo: (risa estúpida) yo quería disfrazarme de Alex
Él: y ¿Qué sucedió?
Yo: Que no me creo lo suficientemente grande para hacerlo
Él: hubiera sido interesante ver aun “Alex” pelirrojo, pero déjame adivinar ¿eres una bruja nórdica?
Yo: Mejor dicho Nerd-ica
Él: (risa) me gusta tu disfraz
Yo: lo sé, me veo bien de ridícula.
Él: y creo que ya me quiero enamorar de tu sarcasmo.
Yo: tengo un amigo que dice que no existo
Él: y eso viene al tema porque….
Yo: Por qué tiene razón
Él: Entonces lo que no existe es interesante
Yo: Fumar es interesante
Él: no refuto eso.
Yo: y si lo hubieses hecho te hubieras ganado una estampa de idiota
Él: (risa) por menos me la han dado
Yo: lo se, a mi también me la han dado.
Él: Me gusta tu forma de hablar
Yo: Y si me escucharas decir groserías acabaríamos amándome
Él: Y para que eso pase ¿Qué debo hacer?
Yo: Nada, la que lo hace soy yo.
Él: ¿Quieres hacer algo?
Yo: Si, quédame callada toda la noche.
Él: te acompaño fumando.
Y así fue, nos quedamos callados… lo mejor de todo es que nunca creí que “Alex” me dijera todo eso, ha!
Una bruja y Alex fumando juntos… Halloween eres estúpido pero logras hacer mis fantasías bizarras realidad.
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