jueves, 5 de agosto de 2010

Los Chismes de su prima




Hoy me disponía a tomar el autobús, cuando me intercepto una señora preguntándome amablemente la hora, después de decírsela me dijo si le podía decir hacia que dirección quedaba el cosmovitral, le mencioné que siguiera derecho hasta llegar a una calle llamada Rayón, misma donde debía dar vuelta a la izquierda y ahí tendría el maravilloso recinto, me despedí y subí al camión que estaba esperando que diera la media para salir, subiendo me di cuenta que mi lugar favorito estaba ocupado así que me senté cerca de la ventanilla, séptimo asiento del lado izquierdo, podía visualizar a la señora con la que acababa de hablar, no era tan mayor, de falda tableada gris que dejaban ver esas piernas que alguna vez arrancaron suspiros y levantaron ánimos, llevaba un saco azul que hacia resaltar unas curvas y cuerpo que en su juventud estuvo bien formado, empezaba a imaginarme historias, si seria soltera o si su hijo trabajaba en alguna fabrica de químicos corrosivos, si en su casa habría 2 gatos grises o si su almohada olería a jazmín... todo eso lo venía penando  cuando unas señoras a dos lugares frente al mío me sacaron de mis pensamientos al decir: -Pues yo no se, pero bien merecido se lo tiene mana, ella por andar de puta.

Al escuchar eso vi que ellas también tenía su mirada puesta en la misma persona que yo.

-Es simple mana, todo lo que haces lo pagas y bueno por algo le pasó a aquella mujer. Decía una de las amables y discretas señoras frente a mi.
-No pus´quien sabe que va a ser ahora de ella, ya hasta el padre le prohibió entrar a la iglesia- le susurró la otra con su boca que se me figuraba al pico de una pelicano.
-Hoy mana, que le vamos a hacer.

Al escuchar semejante dialogo del cual suprime sus refinados adjetivos me puse a pensar en esa mujer, ¿qué habría hecho para merecer “eso” del que ellas hablaban? ¿Qué habría hecho como para que el padre no la dejara entrar a la Iglesia”

Se me imaginaba que la habían encontrado en tremenda pasión con el seminarista en los confesionarios y muchas cosas por el estilo.

Después de ir a mi escuela, comprar cosas, encontrarme amigos, tirar la basura y estar en mi casa llegó mi Mamá, la cual me comentó que se vio con su prima que hace años no la veía, se habían visto en el Cosmovitral, habían ido a comer pasta y vino para después regresar a sus vidas, claro no sin antes contar lo relevante de sus vidas y de la vida de las demás personas...

-¿En el cosmovitral?...

Pregunté yo con curiosidad

-Si.

Me contestó ella, sin dejar de sacar las bolsas del armario.

-¿Y cómo iba vestida?

Pregunte con los ojos esperando la respuesta.

-Pues, ahora que lo dices llevaba saco y falda solo recuerdo que su saco era azul, dijo mi madre un poco escéptica.

-¿Su falda no era gris?, dije con toda mi atención.

-Ahora que lo mencionas, creo que si era gris.

-¿y que te platicó de ella?, le pregunté casi con urgencia.

-Hay hija, no mucho la compadezco... su caso fue un poco fuerte, su esposo acaba de morir, pero ella está aliviada, ella nunca lo amó, se casó con él por qué su padre había arreglado ese matrimonio, él le pegaba la maltrataba y mira, murió, lo curioso es que recién llegó un hombre a Toluca, se les ha visto juntos y tomados de la mano... por lo que me dijo sus vecinas le han dicho que ni le guardó luto y ya anda con otro.. pero lo que me contó es que antes de casarse ellos dos eran pareja y ella decía que era el amor de su vida... pero los chismes de su familia hicieron que se alejaran, el se fue a trabajar a Bolivia y ella se caso con el diablo... pero ahora están juntos, supongo que a veces si hay finales felices.

-Mamá... nada los separó por qué nada nunca los unió.

Mi madre se quedó atónita  y después me preguntó el por qué de mi urgencia por saber de su prima que yo ni conocía...

Honestamente el mundo es pequeño y a veces juzgamos como las señoras del camión, o a veces somos objeto de chismes y criticas, inclusive nos pueden criticar sin saber en realidad lo que sucedió.

Días después mi madre me comentó que su prima no conocía mucho Toluca y que había tenido que preguntar a una muchacha muy amable cómo llegar al cosmovitral...

Sin querer, ya conozco a la Prima de mi Mamá y sin querer escuché lo que decían de ella.

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