sábado, 28 de agosto de 2010

Un cuento de esquina.


  


La niña miraba el gran charco de agua sucia que estaba en la calle, aventaba hojas del árbol imaginando que eran grandes barcos que venían a ver “su imperio” ya que ella era Cleopatra, veía las piedritas en el fondo se su gran mar gris lleno de aceite de carros, a lo lejos escuchó un ruido muy fuerte pero no le importo ella se sentía poderosa al ver la inmensidad de un charco afuera del negocio de su madre... Su madre pensaba en el paralelismo de su vida y la de Rosa María... si, la de la novela de las 6... ella al igual que Rosa María tuvieron un amor secreto, mismo que acabó feo por que siempre hay una amiga traicionera... ¡pinche vieja! Pensaba la madre de la niña, al igual que Rosa María ella estaba sufriendo por un pasado... lo malo es que Rosa María encontraría a su amor años más tarde, se casarían y ... empezaría una nueva novela remplazando esa historia.. pero su vida... su simple vida acabaría con ella encerrada en ese local vendiendo tortas.. a lo lejos un ruido estruendoso, pero ella seguía viendo el comal y el autobús de enfrente... El autobús estaba lleno llevaba 15 minutos de retraso y el pasajero de la fila B en el asiento 25 estaba impaciente puesto que tenía que estar a la hora pactada con su maestro.. o sería la ultima vez que el tendría la oportunidad de ingresar a dar clases en la Universidad... ya se veía de corbata roja, examinando a las féminas y varones de su salón, ideando exámenes que no tuvieran una fácil resolución, ya veía los escotes de las chicas asomándose por querer obtener una mejor calificación... hasta que escuchó un ruido estruendoso...

Cada uno de ellos en un mundo....

Cuando salieron de su atmósfera vieron que el ruido... había sido de importancia... una mujer había sido atropellada mientras ellos estaban en su mundo....

La gente Coria para hacer un circulo morboso alrededor de la fallecida...

-Niña, ¿cómo fue el accidente?- decía un señor de sombrero ridículo
-Yo.. no se, no vi.

-Válgame Dios marchanta ¿cómo sucedió? ¿Cómo era el carro?
-Hay Doñita... yo no vi que paso.

-Joven.... joven... ¿qué paso?
-No se, es que no estaba viendo la ventana...

Ellos no sabían, y ni sabrán... no es lo mismo verlo que escucharlo

No tienen la culpa de estar en su mundo y no saber cómo se mata a una persona....

No hay comentarios:

El Chisme de Lavadero se pone bueno con: